Columna: El Modelo Rapa Nui, un visión de futuro

Durante la última semana, como Fundación nos reunimos con los representantes electos de la Corporación de Desarrollo de Isla de Pascual. El caso del pueblo Rapa Nui ofrece una valiosa lección sobre la importancia de respetar y fortalecer las estructuras tradicionales de organización indígena para fomentar una relación más equitativa con el Estado. La preservación de sus tradiciones, lengua e historia a través de los clanes familiares y el Consejo de Ancianos refleja un profundo arraigo cultural que merece ser reconocido y apoyado.

La Corporación de Desarrollo de Isla de Pascua, con una composición mixta, con representantes del Estado y representantes elegidos por el propio pueblo Rapa Nui, es un ejemplo de autogestión que busca no solo regularizar la propiedad de la tierra, sino también promover el desarrollo económico, social y cultural de la comunidad. Esta iniciativa demuestra la capacidad de los pueblos indígenas para gestionar sus propios asuntos y definir su futuro de acuerdo con sus valores y necesidades.

La transferencia de la administración del Parque Nacional Rapa Nui a la Comunidad Indígena Ma’u Henua es otro hito significativo. Esta acción no solo reconoce el profundo vínculo histórico y espiritual del pueblo Rapa Nui con su tierra, sino que también confía en su capacidad para gestionar y proteger su patrimonio natural de manera sostenible.

Este modelo de colaboración entre el Estado y los pueblos indígenas, basado en el respeto mutuo y la participación activa, podría servir como un referente para otros diez pueblos indígenas en Chile. Reconocer y fortalecer las estructuras de gobierno tradicionales, promover la autogestión y la participación indígena en la toma de decisiones, y garantizar el respeto y protección de los derechos territoriales son pasos fundamentales hacia una sociedad más inclusiva y justa.

En lugar de imponer soluciones externas, el Estado debe trabajar en colaboración con los pueblos indígenas para diseñar políticas y programas que reconozcan y valoren su conocimiento ancestral, sus sistemas de gobierno y sus aspiraciones de desarrollo sostenible.

Carlos Llancaqueo Mellado

Presidente Fundación Aitue